Fuente: Edreams Blog
Una amenaza a veces puede convertirse también en una gran oportunidad… Todo depende desde el punto de vista desde el que se mire… Por ejemplo, los volcanes, tan de actualidad en estos momentos, pueden ser un potente atractivo turístico y no ser solo una alarma para los ciudadanos. Y es que hay gente que comienza a verle el filón a este espectáculo de la naturaleza. Todavía no arrastra masas, pero tiempo al tiempo.
La posible erupción de una montaña de fuego en la isla de El Hierro tiene a todo el mundo expectante, con incertidumbre, miedo, pero también hay otros que ven a este fenómeno como una oportunidad turística para vivir y ver de cerca un acontecimiento excepcional.
En Europa, el volcán islandés de nombre impronunciable,Eyjaffajökull, cuyas cenizas provocaron el caos aéreo el año pasado, es ya un destino turístico, con excursiones en jeep y paseos en helicóptero. Tanto es así, que ya no resulta difícil encontrar páginas en Internet que hablen e inviten al turismo volcánico alrededor del mundo.
En el top de los viajes volcánicos destaca un país asiático: Filipinas, que cuenta con más de 300 volcanes, de los cuales 22 están activos. Uno de los más visitados es el Pinatubo, cuya última erupción, en 1991, se produjo tras 500 años de inactividad.
La estrella en Hawai es el Mauna Loa, el volcán más grande de la Tierra, con un volumen estimado de aproximadamente 75.000 kilómetros cuadrados y más de 9.000 metros de altura total.
Y en Costa Rica está el impresionante volcán Arenal, un cono de 1.633 metros de altura, cuyas erupciones regulares ofrecen unas imágenes insólitas.
Por ejemplo, en mayo de 2008 el volcán chileno El Chaitén, situado a 1.220 kilómetros al sur de Santiago, entró en erupción y sus cenizas cubrieron totalmente la zona. Meses después el Servicio Nacional de Turismo anunció que aprovecharía la erupción del volcán para convertir su entorno en una atracción turística.
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